Bienvenidos a mi mente.

Alejandro Lemuz
2 min readSep 29, 2022

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Del arte de escribir y sufrir

Tengo que aceptar que mi forma de trabajo es muy sencilla y que con mis palabras no busco mucho. Y en contra de todos los escritores que dicen que escribir es sufrir, o que escribir requiere de mucho esfuerzo, yo sencillamente escribo y disfruto. Nada de romperme la cabeza y azotar la maquina de escribir contra la pared para vencer el bloqueo mental o a la hoja en blanco.

Escribir es un placer. Las personas que escribimos estamos llenas de vanidad. Pero nuestra vanidad está reprimida y la expresamos en un papel que puede ser leído por los demás sin la necesidad de que nosotros seamos los que abramos la boca.

Esa es una de las bellezas de escribir. Decir sobre el lienzo mudo, lo que callamos.

En mi caso, escribir es una forma de conocer mi mente en lo profundo y en la superficie. Lo único que tengo que hacer es ponerlo sobre el papel.

Escribir es libertad.

Cuando escribo estoy en la dimensión de lo posible. El cielo está despejado y el universo es el limite. El mundo es producto de mis deseos. Es hermoso.

Ven, te invito a conocer mi mente.

Léela, aquí está un pedazo de ella. Bueno, un pedazo de mí. Porque quien está hablando no es el autor de este texto, no es es el que escribe. Soy yo, la mente, la materia gris, y no tengo nombre y jamás seré reconocida o abucheada. Alejandro Lemuz, que es la persona a través de la cual me expreso y a la que le debo mi existencia, será el que goce o sufra mi desempeño.

Así que está soy yo, la mente de Alejandro Lemuz. Me gusta parecer inteligente y elegante. Y ahora que lo pienso, quizá estás dos palabras por su similitud gráfica vengan de la misma raíz. No lo sé, esas complicaciones se las dejo a otras mentes.

Bueno, esa fue mi mente. La pueden juzgar a su antojo y según sus juicios y prejuicios. No les tendría que estar diciendo esto, pero ya lo hice. Sigamos adelante con este tren de ideas. Una detrás de otra, como la escritura misma. Avancemos a toda velocidad. Sin rumbo, sin destino, sin sentido. Sólo por el placer de seguir adelante en este viaje.

Palabras y más palabras. La mejor forma de mantenerlos aburridos. ¿Espera que hable de cosas interesantes o absurdas? Qué es lo que mi público quiere leer. Bueno, antes de que se decepcionen les puedo contar que llevo dos horas pensando en tomarme un café que pedí para llevar y un pan con mermelada.

Al final no dije mucho, como era de esperarse. Nos vemos cuando nos veamos.

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Alejandro Lemuz

Escribo y comparto textos de autores del siglo pasado todos los días.