Cansado

Estoy cansado. Agotado. No sé que esperar de la vida. Y es mejor así. Prefiero desahogarme en está página que se perderá en la red y en mi memoria. No tiene importancia en mi futuro y no tendrá importancia como parte de mi pasado. Lo único importante es escribir.

Escribir es mi medicina. Mi cura. Soy repetitivo y me pregunto ¿Por qué la necesidad de repetir, por qué la necesidad de decir la misma cosa dos veces? No lo sé.

Ahora estoy acostado en el puf con la computadora sobre mis piernas. Mis ojos están casi cerrados y la pantalla del ordenador …

Me quedé dormido. Desperté y fui a cenar con T. Pedí una tostada de pata. Deliciosa.

No necesito leer más. Necesito escribir.

Andy Warhol es la inspiración de este diario virtual. Qué raro era Andy. Una especie de robot humano. Serio. Sonriente. Y en su seriedad y en su sonrisa una gestos mecanizados.

Reviso estos apuntes y los encuentro breves, insignificantes, irrelevantes y que se puede prescindir de ellos. Nada sustancial hay en ellos. Pequeños pasajes de mi vida sin importancia. Y esto me hace pensar que quizá la escritura sirva para recordar todas las cosas que no son importantes en nuestras vidas. Porque las cosas importantes la memoria las guarda sin esfuerzo alguno.

¿Y si uno escribe para escuchar su propia voz? En mi caso, no dudaría que lo hiciera por esta razón. Me amo tanto, me adoro tanto, que escuchar mi voz es todo lo que necesito para pasar un buen momento en soledad.